Autora: Alex Fraile, guía turística profesional y Embajadora de Welcome Ashore
Como guía turística en Palma veo día a día cómo el turismo de cruceros da vida a nuestra ciudad. Los visitantes vienen a conocer nuestra forma de vivir, nuestra cultura, historia, gastronomía y la belleza de esta tierra; y en su gran mayoría se marchan con respeto y muy agradecidos por cómo se les acoge.
Trabajos como el mío existen gracias al turismo de cruceros, al igual que el de los pequeños comercios, cafés y talleres artesanos que dan alma a nuestra Isla. Los días de llegada de barcos a los puertos son sinónimo de ingresos seguros, y no solo en Palma para guías como yo, sino para miles de personas en los puertos españoles.
En los últimos tiempos en Palma, Barcelona y otras ciudades costeras la conversación sobre el turismo está cambiando. La industria turística suele apoyarse en los alquileres de corta duración, que encarecen la vivienda y dificultan la vida a los residentes. El turismo de cruceros es distinto: los pasajeros no compiten por las viviendas, y gastan en nuestras tiendas, taxis, mercados y restaurantes.
Ese matiz es importante. Vecinos, comerciantes y líderes locales buscan fórmulas para que el turismo funcione mejor para todos, y en ese proceso debemos tener en cuenta cómo el turismo de cruceros contribuye a sostener los negocios, crea empleo para los jóvenes y genera ingresos para invertir en infraestructuras, desde mejores carreteras hasta puertos de última generación.
Por eso me uní a Welcome Ashore. Es una plataforma que nace con la voluntad de dar voz a residentes, pequeños negocios, trabajadores y a la sociedad civil. Juntos podemos construir un modelo de turismo equilibrado, con visión de futuro y basado en el respeto.
La realidad es que los turistas, especialmente los de cruceros, ya forman parte de esa visión. Apoyan de manera constante a restaurantes y mercados, a los espacios culturales de Palma y a las pequeñas empresas que sostienen la vida de nuestros pueblos. Solo en 2023, el turismo de cruceros generó 6.400 millones de euros en actividad económica en España y respaldó casi 50.000 empleos. Esos ingresos ayudan a financiar servicios públicos, proteger nuestro patrimonio cultural y crear oportunidades para la próxima generación.
Pienso en Palma de Mallorca y en cuánto ha crecido gracias a visitantes de todo el mundo. Los cruceros han dado vida a nuestros mercados, clientes a nuestras tiendas y posibilidades a nuestros jóvenes para construir aquí su futuro.
Por supuesto, algunos vecinos tienen preocupaciones legítimas sobre cómo se gestiona el turismo. Esas voces son esenciales para encontrar soluciones, y el turismo de cruceros debe seguir mejorando con la participación ciudadana. Al mismo tiempo, también vemos campañas impulsadas por agendas externas que buscan dividir en lugar de mejorar. Un turismo planificado y gestionado, como el de los cruceros, es parte de la solución, no del problema.
Me uní a Welcome Ashore porque creo firmemente en la colaboración y en el trabajo en equipo: residentes, negocios locales, trabajadores y visitantes trabajando codo con codo, como socios, junto a la industria de cruceros. Con más voces locales en la mesa podremos diseñar un modelo turístico que nos beneficie a todos.
Si compartes esta visión, y quieres ser parte de la construcción de un nuevo modelo, te invito a unirte a la coalición Welcome Ashore a través de su página web. En ella podrás compartir tus ideas y tu experiencia, y juntos hacer realidad un nuevo paradigma turístico.